Son Servera

Cuando una persona sufre un ataque cardíaco, los cinco primeros minutos resultan vitales y cada minuto que pasa reduce en un 10% las posibilidades de supervivencia.

La Policía suele ser muchas veces los primeros en llegar al lugar de los hechos y por lo tanto, los primeros que podrán actuar ante este tipo de emergencias. De ahí, la necesidad de dotar a los coches patrullas de estos equipos automáticos de desfibrilación que pueden conseguir de forma rápida y sencilla que un corazón vuelva a latir. De hecho, la desfibrilación inicial consigue la recuperación del ritmo cardíaco en más del 90% de casos si se efectúa en el primer minuto de evaluación.

Ahora, con la incorporación de estos equipos, la policía de Son Servera está aún más preparada para actuar de forma inmediata en una emergencia derivada de una parada cardíaca.

Estos desfibriladores semiautomáticos estarán presentes en todos los turnos y su uso es muy sencillo, ya que el mismo aparato emite las instrucciones, escritas y orales, y su uso es totalmente seguro tanto como para la víctima, como para el reanimador y el entorno.

El regidor de Policía, Sergio Valbuena, valora la nueva adquisición de forma muy positiva «casi siempre es la policía local los primeros en llegar en caso de emergencia y su actuación puede salvar muchas vidas mientras llegan los servicios sanitarios».
Se estima que cada año se producen más de 30.000 paradas cardíacas, cosa que equivale a una media de un paro cardiaco cada 20 minutos. Además, el 85% de las muertes repentinas son de origen cardíaco y el 90% se producen fuera de un centro sanitario y tan solo un 5% sobreviven sin secuelas.

En este escenario, el hecho de tener los desfibriladores en los coches de la Policía Local permitirá que cualquier persona que sufra un infarto pueda ser atendida en apenas unos minutos, ya que además, la Policía Local es la primera que recibe el aviso a través de la central de emergencias 112 y quienes, en todo caso, primero atienen las llamadas.