El servicio de socorrismo de las playas de Cala Bona ha realizado este martes un simulacro de emergencia en su playa accesible, una acción habitual a final de temporada para poder evaluar los servicios de vigilancia y como imprescindible para mantener el sello de accesibilidad con el que cuenta la playa. El simulacro se ha desarrollado según lo previsto y la respuesta del servicio de socorrismo ha sido muy satisfactoria. En el supuesto se ha representado una parada cardiorespiratoria con el fin de valorar los tiempos de respuesta y aplicación de protocolos COVID en esta situación en la que también se debía sacar a la víctima del agua y a la vez comprobar que la implementación de medidas de prevención frente al COVID-19 por parte de los socorristas es la adecuada. Para ello, los socorristas se han tenido que adaptar a los nuevos protocolos de prevención de la Covid-19, con la incorporación de equipos de protección correspondientes, entre otros. «Estos simulacros permiten valorar y mejorar la actuación de los socorristas ante las posibles emergencias que se encuentran en su trabajo en las playas. Además, gracias a las simulaciones se pueden conocer los procedimientos y protocolos de los socorristas y analizar el tiempo de respuesta de los recursos para la constante mejora de un servicio tan importante para nuestras playas, y en especial para nuestra playa accesible»; ha explicado Marga Vives, regidora de Turismo.
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